TRATAMIENTO DE CÍTRICOS
El uso y abuso de sustancias químicas en la agricultura y posterior manufactura de las frutas y verduras, junto con un mayor conocimiento de los riesgos que estos procesos comportan tanto a la salud de las personas como al medio ambiente, nos hace, como consumidores, ser cada vez más exigentes y preferir productos con menos tratamientos o más naturales.
En este sentido, desde la perspectiva de nuestra empresa muchas veces nos damos cuenta del desconocimiento de
parte de los consumidores, incluso de los agricultores, al respecto de los tratamientos que se aplican a los
cítricos. Intentaremos explicarlo a continuación, en un lenguaje sencillo y centrándonos en los aspectos que
creemos pueden interesar al consumidor.
Cítricos convencionales
Nos referimos a los cítricos que han sido sometidos a tratamientos convencionales (es decir, no ecológicos) en el huerto, que incluyen plaguicidas, herbicidas y abonos químicos. Después de la cosecha (que muchas veces se produce antes -o incluso mucho antes- de la maduración), los frutos pueden sufrir tratamientos de desverdizado, conservación con antifúngicos, ceras, etc. Algunos se conservan en cámaras frigoríficas hasta varios meses después de su recolección. Son la mayoría de los que encontramos hoy en día en el supermercado.
Entre los cítricos que se comercializan en Europa, podemos diferenciar dos grupos: los producidos dentro de la UE, principalmente en España, Italia, Portugal o Grecia, y los producidos fuera de la UE, que provenienen de países como Sudáfrica, Egipto o Sudamérica. En este último grupo es muy habitual que a los frutos se les aplique, en origen, tratamientos prohibidos en la UE, con lo que se crea una situación absurda que resulta muy perjudicial para los agricultores y consumidores europeos, ya que se prohiben sustancias a nuestros agricultores (en teoría por ser potencialmente perjudiciales para la salud), y en cambio, se acepta la comercialización dentro de Europa de los cítricos de estos otros paises donde sí que pueden haber estado tratados con sustancias prohibidas.
Cítricos convencionales sin tratamientos postrecolección
Hemos llamado así a los cítricos que han recibido tratamientos convencionales durante su producción, pero que una vez recolectados, únicamente se limpian con un trapo antes de su comercialización, es decir, no se les añaden ceras, antifúngicos u otros conservantes, ni se conservan en cámaras frigoríficas, ya que deben ser expedidos con prontitud para que puedan ser aprovechados en buen estado de conservación.
Este tipo de cítricos son los que hemos estado vendiendo durante estos años en Naranjas de Cullera. En nuestro caso, son cítricos recolectados en el término municipal de Cullera (València) o adyacentes, producidos por nosotros mismos, familiares, amigos y conocidos, o pequeños agricultores de nuestro entorno local. Como bien saben ustedes, nuestros cítricos se envían el mismo día que se recolectan, con lo que son cítricos super frescos, lo que redunda en unas cualidades organolépticas inigualables.
En los tratamientos aplicados por nuestros agricultores se utilizan, exclusivamente, productos autorizados por la
UE. Además, obligamos a nuestros agricultores a presentarnos su cuaderno de campo, donde se recogen los
tratamientos aplicados durante la temporada, y desde hace dos temporadas llevamos un estricto control de la
trazabilidad de nuestras naranjas, desde el huerto del que provienen hasta el consumidor al que se envían. Aún
así, una parte significativa de las naranjas que servimos provienen de huertos que no han recibido ningun
tratamiento de plaguicidas (el agricultor decide ahorrar costes cuando no observa plagas), aunque no por ello
pueden ser llamados ecológicos, ya que si que es habitual el uso de abonos químicos o herbicidas aplicados sobre
el terreno.
Cítricos ecológicos
Son cítricos recolectados en huertos cuyo sistema de cultivo es la agricultura ecológica. La agricultura ecológica se puede definir como un sistema de cultivo agrícola que permite obtener alimentos libres de resíduos químicos, respetando el medio ambiente y conservando o mejorando la fertilidad del suelo mediante la utilización óptima de recursos naturales, sin el empleo de productos químicos de síntesis. Esto no quiere decir que no se puedan aplicar tratamientos en caso de necesidad, pero siempre con sustancias naturales aceptadas por el comité de agricultura ecológica.
Usted puede confiar en que un agricultor o una empresa que vende naranjas le diga que no han recibido tratamientos convencionales, pero la única garantia es el certificado ecológico (o el Demeter, que es algo más exigente que el ecológico). Existen diferentes organismos de control regionales en Europa, que velan para que al consumidor le lleguen productos realmente ecológicos. En nuestra zona es expedido por el organismo publico: CAECV.
Hay agricultores que no cuidan el huerto y dicen que es ecológica su producción. No es verdad. Serán naranjas
sin residuos, y probablemente estén buenísimas, pero para que una naranja sea ecológica lo debe ser el huerto
del que procece, y además, para exhibirlo públicamente, el huerto ha de disponer del correspondiente certificado
oficial, estar inscrito en un registro de productores ecológicos, pasar las inspecciones exigidas y dar cuenta de
los kilos producidos.
Cítricos «en conversión a ecológico»
Dentro del proceso de obtención del certificado ecológico, existen diferentes fases. Desde que el agricultor solicita el certificado ecológico para sus parcelas hasta que lo obtiene pasarán 3 años. El primer año la cosecha se podrá vender en el mercado como «convencional». Durante el segundo y tercer año el CEACV otorga un certificado intermedio llamado «en conversión a ecológico» (o símplemente «en conversión»), esto es, son naranjas cultivadas siguiendo las directrices ecológicas, cuyos huertos deberán esperar a cumplir los 3 años de cultivo ecológico continuado para recibir el definitivo certificado ecológico.
Hay que tener en cuenta que la producción ecológica es algo más cara debido a que los procesos muchas veces son
más costosos y los productos utilizados más caros. Pero, ciertamente, opinamos que es la producción del futuro,
y que cada vez los alimentos ecológicos serán más baratos y llegarán a más gente. Es por ello que hemos estado
animando a nuestros agricultores a hacer la conversión a cultivo ecológico y esperamos poder ofrecer estos nuevos
frutos a partir de ahora y en los próximos años.